sábado, 21 de junio de 2008

Standing in the english rain





"...And the banker never wears a mac
In the pouring rain, very strange.
Penny Lane is in my ears and in my eyes.
There beneath the blue suburban skies
I sit, and meanwhile back..."




Es imposible escuchar a los Beatles y no querer estar en Londres. Es una ciudad magnífica. Su estética, su arquitectura, su clima, su gente, su música, sus museos...(Sí, he dicho su clima. Nunca he entendido por qué no gusta. Se suele preferir achicharrase de calor en la playa en verano. Para gustos....A mí la lluvia no me disgusta en absoluto, me encanta, lo considero parte del encanto de Londres. Pero no es lo más apropiado hablar de Londres y centrarse en el tópico del clima.) Me siento en la obligación de destacar el tema de los museos, que por cierto, la mayoría son gratis. Me enamoró el British Museum. Es una visita obligada para cualquier apasionado de la Historia. Hay que decir que se debe emplear bastante tiempo en visitarlo si quiere verse todo bien. Otro museo que merece la pena ver es el cineum, un museo del cine que hay en el county hall, justo al lado de la tontería del London Eye (de verdad alguien le ve algún interés a gastarse el dinero, que todavia si fuera barato..., en montarse y dar una vuelta una noria cutre?), y que tiene desde aquellos Trolls de los 80 con sus melenas de colores hasta cabezas cortadas increiblemente reales y un Sherlock Holmes (este de verdad) muy simpático con el que nos reímos un rato




Viajar en el metro de Londres (el Tube) es sin duda una experiencia desde que entras en la estación. Una vez que se sabe que para llegar al andén hay que bajar escaleras durante diez minutos creo que es más rentable ir andando.




Otra parte digna de ver de esta mágnifica ciudad es sin duda Camdem Town, con sus peculiares fachadas, las pintas de la gente, y todo lo que se puede encontrar ahí. Diría que es el sitio idóneo para cualquier rockero. Y es que encuentras de todo, desde cosas de Black Sabbath, Beatles, Pink Floyd, Sex Pistols, Rolling Stones y un largo etcétera, chupas de cuero muy bonitas...de todo.




Quizá la única parte negativa de un viaje a Londres pueda ser acabar en un albergue como el Generator. Aunque no se puede estar seguro de poder llamar a quello albergue. Parecía más bien una mezcla entre un bunker y un club. Y las habitaciones...como el camarote de los Marx. Casi tenías que sacar la cama para poder entrar tú. Y esas paredes claustrofóbicas con colores chillones...Creo que de seguir una semana más en ese albergue me vuelvo loca.


Algún día volveré allí, pero por mi cuenta, porque cuando se viaja con grupos grandes no se puede hacer todo lo que se quisiera. Y esta vez no me quedaré sin mi foto cruzando Abbey Road...xD








Olvidaba comentar, es un crimen ir a Londres y no comer unas cuantas cookies. Me traje unas cuantas para Madrid xD.




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